El pasado 13 de diciembre, tuvo lugar un acto memorable para la historia del Museo de Zaragoza: la entrega de siete cascos celtibéricos procedentes del expolio continuado en la antigua ciudad de Aratis, ubicada en las proximidades de Aranda de Moncayo. Es la parte positiva de la trágica historia del saqueo continuado al que, desde hace décadas, está sometido el patrimonio arqueológico aragonés, en el que se incluye la veintena de yelmos de esta procedencia.
Los cascos estaban expuestos en el museo francés de Mougins, un centro privado dedicado al arte antiguo. Su propietario, ante la certeza de que se trataba de objetos producto del expolio y del tráfico ilegal de antigüedades, decidió entregarlos al Estado español. La iniciativa se llevó a cabo por el embajador de España en la UNESCO quien, a través del Ministerio de Cultura y Deporte, los ha depositado en el Museo de Zaragoza, museo de titularidad estatal y gestionado por la Comunidad Autónoma.
El acto se desarrolló en la sala dedicada precisamente a las etapas prehistóricas y protohistóricas de nuestro territorio, a él acudieron el Presidente de Aragón, Javier Lambán, el Consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, el Director General de Bellas Artes del Gobierno central, Román Fernández-Baca, y el Alcalde de Aranda de Moncayo Javier Jordán y numerosas autoridades y medios de comunicación. Consistió en la escenificación de la entrega de estos bienes al Museo de Zaragoza donde ya se custodian y donde ya estamos planificando un estudio detallado de tipo arqueométrico, dirigido a comprobar el estado de conservación y el grado de intervención y restauración a que han sido sometidos en su largo deambular por media Europa desde su expolio.
El conjunto de los cascos de Aranda de Moncayo ha sido estudiado por los especialistas en la materia: Raimon Graells, Alberto Lorrio y Fernando Quesada y los resultados fueron publicados en 2014, en una cuidada monografía del Römisch-Germannisches Zentralmuseum de Mainz. Estos objetos están fechados entre el siglo IV y el siglo II a. C. y son considerados como símbolo de las élites militares celtibéricas y se agrupan bajo la denominación de hispano-calcídicos.
La incorporación de esta extraordinaria muestra de la panoplia celtibérica supone un enriquecimiento patrimonial inestimable para el Museo de Zaragoza y para Aragón, el museo ve incrementada su colección con siete piezas excepcionales que sirven como instrumento para explicar la sociedad celtíbera, muy militarizada a partir de finales del siglo IV a. C. A su vez son una muestra singular de los gustos estéticos de ese pueblo prerromano. De esta manera se completa con piezas excelentes la rica colección de arqueología celtibérica que posee el museo. Esperamos que en primavera, tras la finalización de las importantes obras que se están realizando en el edificio podamos ofrecer al público los cascos de Aratis en toda su dimensión histórica.
MdZ