Ánforas y más ánforas pasan por el taller

Las ánforas romanas son un tipo de material arqueológico que está muy presente en los asentamientos de esa época. Estos grandes vasos fueron utilizados como contenedores para transportar, por vía acuática fundamentalmente, bebidas y comestibles de una parte a otra del Imperio, por lo general vino, aceite y múltiples variantes de conservas de pescado o de frutas. Su hallazgo en un yacimiento es muy apreciado por los arqueólogos ya que las ánforas nos hablan tanto de la mercancía que llevaban como de su región geográfica de origen. De esta forma mediante la presencia o ausencia

de determinados tipos de estos contenedores se pueden establecer redes comerciales, gustos gastronómicos y por lo tanto procesos de aculturación y estudios de mercado. Además, las ánforas gozan de una clasificación muy minuciosa por lo que aportan precisiones cronológicas muy de agradecer ya que nos proporcionan fechas que ayudan a establecer secuencias fiables.

Todo lleno de ánforas

El Museo de Zaragoza posee una muy extensa colección de ánforas romanas completas procedentes, en su mayoría, de un conjunto excepcional que formaba parte de las infraestructuras planificadas en la fundación de Caesar Augusta, hacia el año14 a C. El Coso Bajo zaragozano funcionaba en esa época como un barranco que desaguaba en el Ebro a la altura del actual Puente de Hierro, formando una zona deprimida que tras las crecidas del río se convertía en un incómodo e insalubre pantanal. La solución aportada por los ingenieros romanos fue de lo más eficaz y barata, acumularon allí miles de ánforas de las que llegaban para abastecer a la ciudad, que una vez vacías no servían de nada, y con ellas colocadas boca abajo crearon un eficiente sistema de drenaje que permitió mantener aquella parte de la ribera de la Colonia saneada y accesible. Las excavaciones arqueológicas en ese área de Zaragoza han proporcionado una multitud de ánforas, como la actuación llevada a cabo en la plaza de Las Tenerías, de donde se extrajeron más de ochocientos de estos envases.

Anforas de la plaza de Las Tenerias

En las labores periódicas de mantenimiento y conservación preventiva programadas por el museo nos encontramos ahora inmersos, precisamente, en la revisión de una buena parte de esta impresionante serie de ánforas. En el Taller de Conservación-Restauración se están llevando a cabo la actualización de los informes del estado de conservación de estos bienes, para diagnosticar y realizar la propuesta de tratamientos antes de ser intervenidos. Los tratamientos de restauración que se aplican con mayor frecuencia son limpieza, pegado y fijación.

Baño previo de un ánfora para salazones
Pegado de un ánfora empleada para el transporte de conservas de frutas

Como paso previo se está procediendo también a la documentación fotográfica de las ánforas y a una revisión de su catalogación. En definitiva tareas de fondo que queremos mostrar como una faceta más de la vida cotidiana en el Museo de Zaragoza.

Documentación fotográfica

 

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