Desde el despacho de Conservación-Investigación II

Continúa una serie de entradas en nuestra página web tituladas “Desde el despacho”. En esta serie, nos hemos propuesto acercar la vida puertas adentro de nuestra institución a todos vosotros. A lo largo de varias semanas, daremos voz a nuestros despachos y será el personal del museo quien os cuente, de primera mano, su trabajo, ilusiones, algunas anécdotas y mucho más. Esperamos que os guste esta serie de novedades y descubra algunos aspectos de los museos que despierten vuestro interés.

Hoy nos cuenta su historia en el Museo de Zaragoza Lorena Menéndez, Facultativo Técnico de Patrimonio Cultural (Departamento de Arqueología), que transcribimos a continuación:

El desempeño de mi trabajo en el Departamento de Arqueología del Museo de Zaragoza abarca una amplia gama de funciones encaminadas todas ellas a dos objetivos principales. El primero es la conservación de la colección arqueológica del museo. Y el segundo lograr que todas y cada una de las personas que forman nuestra sociedad, ya sean visitantes presenciales o virtuales, puedan disfrutar de los objetos arqueológicos de la provincia de Zaragoza y del conocimiento que custodiamos con mimo y perseverancia.

Mi puesto como Técnico en el museo supone el desarrollo de un labor dinámica y muy polivalente. Se trata de una tarea apasionante en la que se combina la gestión diaria de los fondos museográficos -con constantes nuevos ingresos, preparación de exposiciones, préstamos u otros movimientos-, complementada con una carrera de fondo para conseguir que el patrimonio que atesoramos cuente con las mayores garantías.

Área de reserva de arqueología. Museo de Zaragoza.

Ello es posible, en primer lugar, gracias a la documentación de los objetos arqueológicos, la conservación preventiva, la localización topográfica en las bases de datos, así como una profunda investigación de cada pieza, entre otras labores. Uno de los aspectos que más me gustan de mi puesto de trabajo es esta gestión interna de la colección, que permite además entrar en contacto con otros grupos y profesionales del ámbito de la gestión cultural, un ámbito en constante feedback y evolución.

Se trata pues de un trabajo complejo, pero sobre todo, un trabajo gratificante, ya que en el día a día colaboramos activamente en la pervivencia del legado de nuestro patrimonio cultural para las generaciones presentes y futuras. Doy una gran importancia a este valor social que constituye nuestro patrimonio cultural, que forma parte de nuestra cultura, de nuestro acervo y, en definitiva, de nuestra identidad. En las salas de exposición, en las diferentes actividades y en el mundo virtual podemos encontrar cosas sorprendentes, y por ello animo a todos los ciudadanos a acercarse, literal o figuradamente, a esta colección de arqueología que es de todos los aragoneses.

MdZ

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