Un año más, desde el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza y bajo la dirección de los profesores Dª Elena Barlés y D. David Almazán se ha desarrollado a lo largo de esta última semana de abril la XV Semana Cultural Japonesa bajo el sugerente título de El impacto del arte de Japón en España. Y es sugerente por tanto en cuanto entraña toda una serie de elementos que no le son ajenos al Museo de Zaragoza.
Tal y como ha quedado puesto de manifiesto a lo largo de esta intensa semana, el fenómeno conocido como japonismo, que se expandió por los países occidentales durante la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX, tuvo una notable presencia en España. El Museo de Zaragoza es buena muestra de esta influencia ya que entre sus colecciones se encuentra el legado de D. Federico Torralba, quien fue catedrático de la Universidad de Zaragoza y fantástico coleccionista de arte oriental.
Por tanto no es de extrañar la participación del Museo de Zaragoza colaborando con la Semana Cultural Japonesa. Concretamente, la mañana del lunes 25 de abril, el Museo de Zaragoza a través de su director Julio Ramón recibió con gran satisfacción al Sr. Kenji Hirata, Ministro de la Embajada de Japón en España, acompañado por los profesores Dª Elena Barlés y D. David Almazán, los cuales dirigieron la visita del Sr. Ministro a la exposición Hiroshige y su época. A continuación pudo conocer el resto de los fondos de arte de Asia Oriental de la Institución custodiados en el área de reserva, de la mano de las restauradoras del Museo Carmela Gallego y Nerea Díez de Pinos. El intercambio cultural finalizó con la visita a la sala de Antigüedad del Museo, por la cual manifestó un gran interés el Sr. Ministro, acompañado por su Conservador responsable, Isidro Aguilera.
El Museo de Zaragoza fue protagonista también para los participantes en la Semana Cultural, dado que el jueves, 28 de abril, se realizó una visita a la exposición temporal Hiroshige y su época. En doble turno, la profesora Barlés desgranó la belleza de Hiroshige y la riqueza de la colección que D. Federico Torralba atesoró a lo largo de su vida y que generosamente ofreció a la sociedad, pudiendo disfrutarla en las salas del Museo de Zaragoza.
MdZ
