El Museo de Zaragoza en el Journal of Roman Archaeology

Acaba de aparecer el volumen 26-2013 de la prestigiosa revista internacional Journal of Roman Archaeology  que trata de aspectos del mundo romano entre el año 700 a. C. hasta el 700 d. C. En este número aparece un artículo firmado por Miguel Cisneros, Esperanza Ortiz y Juan A. Paz titulado: “Stone emulated in glass: an alabastrum and a glass similis, both from Hispania”, en el cual se estudian las relaciones entre las producciones de vidrio y las manufacturas de objetos en piedra, como parte del fenómeno de imitación de mercancías de alto valor que se reproducen con materias primas más económicas como la cerámica o, en este caso, el vidrio.

Las piezas estudiadas en el JoRA

En concreto, se tratan en el artículo  dos fragmentos de “alabastrones”, recipientes pertenecientes al grupo de los ungüentarios destinados a contener medicinas y cosméticos. El primero de ellos, procedente de Asturica Augusta (Astorga), es un ejemplar hecho en roca alabastrina veteada, mientras que el otro fragmento, hallado en Caesar Augusta (Zaragoza), es una imitación hecha en vidrio de los prototipos pétreos.

El alabastro fue muy utilizado en la antigüedad como roca con la que obtener vasos, ya desde el periodo predinástico egipcio. Los romanos apreciaban sobremanera estos objetos y Plinio el Viejo nos informa de los diferentes tipos de alabastro y de las preferencias según su aspecto y origen, los principales centros productores estaban en la ciudad egipcia de Tebas y en Damasco. Otros alabastros muy estimados por sus tonos, texturas  y las vetas de colores que los recorren eran los procedentes de Irán, India y Siria. Los alabastros blanquecinos o con brillo cristalino eran considerados defectuosos por los romanos. Por lo tanto, los vasos de esta roca, al margen de su contenido, eran objetos apreciados y de un alto valor económico en sí mismos y, en consecuencia,  susceptibles de ser imitados en materiales más baratos.

El ungüentario romano en vidrio. Foto J. Garrido

Este es el caso del “ alabastrón” hecho con vidrio encontrado en Caesar Augusta, en concreto en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el solar nº 15 de la calle Universidad, dentro del sumidero de una cloaca, en un nivel datado en época trajanea, a caballo entre los siglos I y II. Se trata de un fragmento que conserva la pared y el fondo perteneciente a una forma cerrada del grupo de los ungüentarios. Es de color verde, decorado con filamentos de vidrio opaco blanco dispuestos en espiral para así emular las vetas del alabastro. Según los autores del artículo se trata de una imitación muy cercana al citado vaso pétreo de Asturica Augusta. El vidrio de Zaragoza fue fabricado en un taller itálico, seguramente en el Lacio o en la Campania.

Este fenómeno de las imitaciones en vidrio de envases fabricados en origen con piedras valiosas, destinados a guardar perfumes y pomadas continuó en época islámica, como lo atestigua otro ejemplar también procedente de Zaragoza y datado en el siglo XI.

Recipiente musulmán de Zaragoza (Foto J.Garrido)

Esta publicación en el Journal of Roman Archaeology que contiene fondos del Museo de Zaragoza y que ha sido realizada  por personal del museo, en colaboración con otros autores, es una  nuestra más de la importancia que tiene el trabajo científico en el seno de los museos. Esta labor es necesaria, no solo para documentar sus propias colecciones, si no para estar presentes en los foros donde se tratan cuestiones en las que los museos tienen mucho que decir como centros de investigación que son.

MdZ

 

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