Dentro del paulatino proceso de renovación de la exposición permanente del Museo de Zaragoza, el centro ha abierto al público las salas dedicadas al Renacimiento. A través de un conjunto de 41 piezas, se traza un discurso que comienza a principios del siglo XVI y llega hasta el tránsito al Barroco a través de la obra de autores activos en Aragón en esta época y de otros artistas españoles y extranjeros.
En un mueble ideado de forma exclusiva para este espacio, destacan las esculturas de artistas como Damián Forment o Gil de Morlanes, padre e hijo. Se muestran obras pictóricas del Maestro de Sijena, Pedro de Aponte, Jerónimo Vallejo Cósida, Pablo Scheppers, Juan de Juanes o Lavinia Fontana, entre otros. Además, se expone por primera vez al público el sitial del coro del Monasterio de Rueda, restaurado para la ocasión, y una de las tablas de la sillería del Monasterio de Veruela, cuya serie completa se conserva en el museo.