En prácticas

Os presentamos a Paula, Daniela y Jorge,  tres jóvenes de veintitantos que están realizando prácticas formativas en el Museo de Zaragoza gracias a convenios con distintas instituciones. Vienen a aprender, desde luego, pero también a aportar todo lo que tienen, que es mucho; talento, ganas, frescura y la ilusión de conseguir algo que hoy día parece una quimera: dedicarse profesionalmente a aquello para lo que se han preparado.

Alegoría de la práctica

Paula Viamonte se ha formado en la Universidad de Zaragoza y es licenciada en Historia y Master en Ciencias de la Antigüedad. Como parte de sus prácticas en el Master de Gestión de Patrimonio Cultural está realizando una estancia en prácticas que le ha permitido conocer distintas facetas del  museo Registro, Educación y la sección de Antigüedad. Sus tareas han sido muy diversas: desde revisar e inventariar parte del (infinito) archivo gráfico del museo, hasta colaborar en el montaje final de la exposición temporal “El aliento de los dioses”.

Paula Viamonte

También ha podido coincidir con la organización de las Jornadas de museos aragoneses, dedicadas a las colecciones arqueológicas y se ha encargado de generar un archivo que recoge los miles de comentarios de los visitantes a lo largo de los últimos años, lo que nos ayudará para acercarnos a lo que esperáis del Museo de Zaragoza.

Daniela Serrano es técnico superior de realización y está terminando también el Ciclo Superior de Imagen en el IES Los Enlaces. En las últimas semanas acompaña en su labor diaria a José Garrido (Área de Fotografía), su tutor en estas prácticas. Su estancia le ha permitido conocer el trabajo de una institución museística que genera millones de imágenes y no siempre cuenta con los medios técnicos más actuales. A Daniela le ha tocado un poco de todo: desde el fotografiado de los objetos de las colecciones para su divulgación o para uso técnico, hasta la realización de reportajes sobre las distintas actividades del Museo de Zaragoza, eventos a los que asisten autoridades, o talleres, conferencias y jornadas científicas. Siempre captando el gesto más revelador o la escena más informativa. Sin ir más lejos, las fotografías que ponen rostro a nuestros protagonistas son obra suya.

Jorge Infante es titulado por la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón (Huesca) y ha cursado el Master en Gestión del Patrimonio Cultural. Está adscrito al Área de Conservación y Restauración del museo. Para él la experiencia ha sido muy positiva, porque  a diferencia de otras instituciones o prácticas realizadas, ha trabajado con mucha autonomía, aunque siempre bajo supervisión de su tutora, María Luisa González Pena. Como especialista en conservación y restauración de escultura, Jorge ha intervenido en distintos objetos procedentes de la Aljafería y depositados en el museo: fragmentos de yeserías, frisos y capiteles. Sobre cada uno de ellos ha realizado un diagnóstico previo, ha planteado una propuesta de intervención  y ha realizado un tratamiento, con el mismo procedimiento habitual en un taller de restauración de un museo o una empresa. Ha podido conocer las distintas áreas de trabajo en un museo y su relación, así como comprobar que la realidad del día a día puede en ocasiones distar mucho de los supuestos teóricos que pueden aprenderse en una clase de Museología teórica.

Jorge Infante

A todos les ha sorprendido la “vida interior” del Museo de Zaragoza. De hecho, Paula pensaba que el museo “se movía menos y pasaban menos cosas” y Daniela confiesa que, ¡no éramos su primera opción a la hora de elegir lugar de prácticas. Aunque ella hubiera elegido un estudio profesional, ahora nos asegura que se alegra de haber recalado aquí y que la experiencia ha sido mejor de lo esperado. Todo lo que ha aprendido de iluminación, explica, no podría haberlo aprendido en otro lugar.

La palabra “futuro” les hace girar los ojos hacia el cielo e incluso resoplar. Sin embargo, ninguno pierde la esperanza y, pese a la que está cayendo, son demasiado jóvenes para renunciar ya a dedicarse a lo que les gusta. Aunque tengan que compatibilizar estas prácticas no remuneradas con trabajos alimenticios de horarios imposibles. Paula se ve en el extranjero más pronto que tarde; Daniela se repite a sí misma un consejo reciente “No renuncies a ser fotógrafa” y Jorge se plantea continuar formándose en Barcelona o marchar allá donde exista un mejor mercado para las empresas de restauración.

Desde aquí podemos asegurar que son unos magníficos profesionales que merecen una oportunidad para demostrar de lo que son capaces.

En la escalera principal del museo

Menú