A partir de hoy, y cada semana del estío, os vamos a proponer una serie de bonitas excursiones para este verano en el que estamos, a partir de obras de arte que se conservan en el Museo de Zaragoza y que son el pretexto perfecto para salir a dar una vuelta por nuestros alrededores.
Comenzamos la serie invitándoos a visitar un clásico destino turístico desde el siglo XIX, el Monasterio de Piedra. Un lugar que no necesita presentación, donde se aúnan las bellezas naturales de sus roquedos y sus juegos de agua con las artísticas e históricas, representadas por el magnífico conjunto de edificios que conforman el monasterio cisterciense.
Este llamativo contraste de agua y vegetación exuberante en medio de una región áspera y rocosa, combinado con la serenidad y armonía que se desprenden del antiguo cenobio, ha sido y es el potente atractivo de este singular conjunto tan famoso. Esta fama y estas cualidades han favorecido que muchos artistas hayan plasmado en sus obras las bellezas que ofrece. El Museo de Zaragoza conserva hasta cinco pinturas del Monasterio de Piedra, algunas debidas a autores tan famosos como Carlos de Haes, sin embargo hoy queremos dar a conocer tres obras producidas por los pinceles de dos pintores menos conocidos que el hispanobelga, pero de gran calidad artística.
Os mostramos dos cuadros de Jaime Morera Galicia (1854-1927), afamado paisajista que fuera discípulo de Haes. El primero es un óleo sobre papel (39×54,5 cm) titulado “Acequia en la proximidades del Monasterio de Piedra” que se puede fechar hacia 1872. El segundo, de la misma cronología, es un óleo sobre tabla (48×37 cm) titulado “Exterior del Monasterio de Piedra”. Ambas obras tiene la impronta de los paisajistas de su época que persiguen captar las luces y las texturas desde el natural, trasmitiendo sensaciones de cercanía al motivo pintado, muchas veces anecdótico.
El tercer cuadro se debe a la mano del valenciano Augusto Comas Blanco (1862-1953) abogado y político (fue diputado por Alcañiz), interesado por la pintura, disciplina en la que alcanzó reconocido mérito como seguidor de la escuela de Haes. La obra que posee el Museo de Zaragoza es un óleo sobre cartón (34×44,5 cm) fechable hacia 1942, en el que se representa la iglesia del Monasterio de Piedra en un segundo plano con un fuerte contraste entre el ocre de los edificios y el intenso verde de la vegetación que tiene delante, con lo que artista consigue transmitir perfectamente la sensación de un radiante mediodía veraniego.
Pero lo mejor será acercarse al Monasterio de Piedra para pasar una agradable jornada y comprobar sobre el terreno cómo captaron estos pintores aquella realidad que aún hoy pueden ver nuestros ojos.
MdZ