Como destino privilegiado en la canícula el Pirineo ofrece muchos atractivos, por eso artistas de variadas épocas y estilos se han inspirado en sus paisajes para desarrollar su creatividad.

La semana pasada nos centramos en Ansó y su valle a través de las instantáneas de Eduardo Cativiela, hoy partimos e esta bella localidad para acercarnos al célebre Balneario de Panticosa a través de dos cuadros del pintor turolense Juan José Gárate (1869-1939) que además fue conservador del Museo de Zaragoza. Aquí guardamos varias obras de este artista muy aficionado al las escenas costumbristas y al paisaje, dotado de un estilo luminosos y colorista que le hizo muy popular.

Hemos escogido para esta entrega dos acuarelas de ambiente pirenaico. La primera, fechada en 1924, representa un paisaje de Ansó mitad urbano y mitad natural que tiene por fondo un celaje nuboso que junto a la luz presagian una de esas tormentas de verano tan características de estos parajes montañosos.

Esta imagen nos da pié a enlazar con la semana pasada y desde Ansó saltar a Panticosa para refrescarnos con sus aires (a 1630 metros) y disfrutar  de las aguas de sus seis fuentes medicinales. La acuarela panticuta está datada en 1923. Gárate la compuso en dos partes bien diferenciadas, en un primer plano la verde y amena pradera salpicada de veraneantes descansando; en un segundo plano se eleva casi vertical la áspera montaña trazada con tonos marrones y grises, surcada por una refrescante cascada. Toda la obra esta inundada de una esplendorosa luz estival que invita a la relajación.

MdZ