Esta semana hemos recibido la visita de un equipo japonés formado por especialistas de distintas disciplinas que desde hace un año se han ocupado del análisis científico de varios objetos lacados procedentes de Japón que se encuentran en museos españoles, como el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid y el propio Museo de Zaragoza. Se trata de un proyecto que nació con ocasión del 4º Centenario de la Embajada Keicho y la celebración del Año dual España-Japón. En el país nipón hay una política establecida que promueve el estudio y difusión del patrimonio cultural japonés que se encuentra disperso por todo el mundo.
Este grupo de investigación está encabezado por Tetsuo Miyakoshi y Takayuki Honda, Catedrático de Química aplicada y profesor de Química aplicada respectívamente y Suda Tsutomo, Catedrático especialista en la Cultura de Edo, todos ellos de la Universidad de Meiji (Tokio). El grupo se completa con dos expertas en objetos lacados, la directora del Museo Urasoe (Okinawa) Masako Miyazato, especialista en la laca de las islas Ryukyu, uno de los principales y tempranos centros de producción de lacas para China y Occidente y, por último, Yoshimi Kamiya, investigadora en el Centro de de Investigación de Industria y Tecnología de Tokio, especialista en la técnica de laca y que incluso nos mostró algunas de las lacas hechas por ella misma.
Como decíamos, desde hace unos meses están estudiando tres de los objetos lacados más antiguos de la Colección de Arte Oriental “Federico Torralba” del Museo de Zaragoza. Concretamente, han analizado las piezas 49189, 54562 y 55863, todas ellas de estilo namban (mediados XVI- mediados XVII), un momento de intenso intercambio cultural entre la Península Ibérica y Japón. Para ello se realizó en el mes de junio la toma de muestras de distintas zonas de estos tres objetos que incluían capas de laca urushi y preparación, otras del soporte de madera y una última de la decoración de nácar. Los tipos de análisis desarrollados fueron: Py-GC/MS (pirolisis-cromatografía de gases/espectrometría de masa), microfotografía de las estratigrafías y EDS (Espectrometría de dispersión de energía de rayos X).
El primer resultado de estos estudios es que las tres piezas namban del museo contienen laca urushi (Toxicodendron vernicifluum), por lo tanto verifica la autenticidad de estos tres objetos como de procedencia japonesa, pues hemos de precisar que no todas las lacas que llegaron a Europa en aquel momento histórico estaban hechas con urushi japonés. También llegaron imitaciones hechas con barnices de peor calidad, procedentes de Vietnam, Tailandia o Borneo. Aún nos queda todavía conocer los resultados de la especie de la madera y la concha de nácar.
Por último añadir que distintos especialistas de la Universidad de Zaragoza y técnicos del museo asistieron a esta presentación, que abordó diferentes aspectos históricos y técnicos, lo que fue sin duda una estupenda oportunidad de conocer mejor nuestros propios fondos y valorarlos en su justa medida y singularidad. En efecto, la colección de lacas japonesas, de origen privado, de esta manera se convierte en un foco de atención muy importante, por tener tres piezas de inestimable calidad.
MdZ
