Historias funerarias romanas

Este fin de semana se celebran dos jornadas importantes en el transcurso del año, los días dedicados a “todos lo santos” y a los “fieles difuntos”, una conmemoración que es un trasunto de la fiesta Parentalia que los romanos hacían todos los años, entre los días 13 y 21 de febrero, para recordar a sus antepasados. Se visitaban los cementerios y se colocaban ofrendas a los familiares muertos. Los romanos organizaban sus cementerios a lo largo de los principales caminos que salían de las poblaciones.

Para seguir glosando la exposición que sobre Caesar Augusto se puede visitar en el Museo de Zaragoza y enlazar con las fúnebres efemérides, os traemos una lápida sepulcral dedicada a un esclavo liberado y que se encontró en el barrio de Miralbueno en 1981. Se data a finales de la época de Augusto o comienzos de la de Tiberio (entre los años 10 al 20 después de Cristo).

 Lápida funeraria de Jacinto el horreario. (Fot. J. Garrido).

La estela es de arenisca, tiene cabecera semicircular y una moldura que rodea todo el campo epigráfico. Formó parte de un monumento funerario del que desconocemos su estructura. Medidas: 84 x 72 x 34 cm. Conserva pintura roja en las letras de las dos líneas inferiores. La inscripción dice:

 Hyacintus

Surae

Horrearius

H(ic) s(itus) e(st)

Hyacintus. Liberto de Sura. Horreario. Aquí está enterrado.

 Es la dedicatoria que hace Sura a su liberto Jacinto (nombre de origen griego) que era el horrearius o encargado del silo donde su patrón almacenaba y administraba el grano, un cometido importante en una economía donde el comercio de grano panificable era la base de muchas fortunas y fuente de conflictos sociales en tiempos de carestía. En época romana todos los recintos urbanos (colonias, municipios, etcétera) y campamentos militares disponían de horrea, almacenes para guardar el cereal, principalmente trigo.

En la antigua Caesar Augusta no se han encontrado restos constructivos de este tipo de depósitos, su emplazamiento pudo estar junto al muelle fluvial, en la zona aledaña al foro. La seguridad de la existencia de estos depósitos de grano se confirma por el hallazgo de otra inscripción dedicada por Eucharistus (otro nombre griego) al «Genio Tutelae Horreorum», actualmente perdida.

MdZ

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