Estos días, Zaragoza está inmersa en la celebración de las Fiestas del Pilar y hoy comenzamos su fin de semana grande. El sábado, día del Pilar, tendrá lugar la Ofrenda de Flores y el domingo, día 13, la Ofrenda de Frutos y el Rosario de Cristal. Todos estos actos tradicionales se revisten de un ambiente especial, ya sea festivo y de celebración (es el caso de las ofrendas) o solemne y de recogimiento como el Rosario. Sin embargo, todos ellos comparten la vistosidad que aporta la indumentaria tradicional, a la que cada vez se otorga mayor importancia. La cantidad de asistentes que forman parte de estos actos es muy elevada y, a día de hoy, se valora muy positivamente el rigor a la hora de elegir las ropas para cada momento.

Hoy queremos compartir con vosotros algunas fuentes que pueden servir de inspiración real para una correcta vestimenta. Entre las colecciones del museo, se incluye obra del siglo XIX y principios del XX, y parte de ella la podéis visitar tanto físicamente en nuestra sede central como online desde casa.

Una copla alusiva de Juan José Gárate, 1903. Este depósito del Museo del Prado es una de las pinturas de gran formato que se exponen en nuestra galería. La escena discurre sobre el puente del río Martín, en Albalate del Arzobispo, localidad de la que procede el artista. Se trata de una obra llena de detalles, frente a la que podemos disfrutar largo tiempo analizando la indumentaria masculina y la femenina, así como todos los complementos. Es una escena rural perfectamente ambientada donde os invitamos a observar los trajes, las joyas y el peinado de la mujer.

Joven aragonesa de Anselmo Gascón de Gotor, 1894. De nuevo, otro depósito del Prado que puede verse en nuestra galería. Constituye un magnífico ejemplo para analizar la indumentaria propia de un momento de recogimiento. La mantilla negra y la sobriedad que desprende todo el conjunto muestran un escenario bien diferente al citado en la obra de Gárate.

La Jota de Francisco Marín Bagüés, 1932. Se trata de una obra de datación más tardía que destaca por su dinamismo y modernidad. En esta ocasión queremos destacar los ropajes también para ambos sexos, así como el peinado de la bailadora. Os animamos a observar la paleta de colores elegida por el artista para cada mantón, saya e incluso la combinación de calzón, chaleco y faja masculina. Con el Pilar de fondo, se convierte en la pintura idónea para estas fiestas.

Otras obras que no pueden visitarse en la exposición permanente son:

La Jota de Juan José Gárate, que os animamos a conocer online por su excelente estudio de costumbres y ropajes.

Las tres edades de Francisco Marín Bagüés, obra perfecta para conocer la indumentaria tradicional femenina abarcando un amplio abanico de edades, desde la infancia hasta la madurez. Además, refleja con fidelidad el traje de labradora de Alcañiz, incluyendo el tipo de peinado, denominado quiquiriquí. Os animamos a que os fijéis en el colorido de las prendas y la manera de vestirlas.

Por último, y más allá de la representación pictórica, los fondos del museo son ricos en su sección de etnología donde se incluye un traje de ansotana, un traje de Hecho, numerosas prendas, accesorios y piezas de joyería o incluso un traje femenino de novia de 1910, donado al museo, que podéis visitar online realizando una búsqueda de indumentaria en la red digital de colecciones.

MdZ