Una de las labores básicas de todo museo es potenciar y facilitar la investigación sobre los fondos que conserva. En este sentido nuestra institución dedica un especial esfuerzo a este compromiso que permite darnos a conocer en el mundo científico y establecer una red de contactos muy enriquecedora. A lo largo de cada año, alrededor de un centenar de investigadores pasan por nuestras instalaciones para recabar datos que les permitan avanzar en sus investigaciones. Además contamos con el aliciente de poseer una biblioteca especializada compuesta por más de 59.000 volúmenes y que está a disposición de la comunidad científica.
En este contexto la Dra. Betina Jakob y D. Joe W. Walser de la universidad británica de Durham, han permanecido trabajando en el museo durante las dos primeras semanas de julio, estudiando los restos humanos procedentes de la excavación arqueológica que se realizó en la iglesia parroquial de Ambel en 2007, bajo la dirección de D. Alfredo Blanco y D. José Luis Cebolla, con motivo de haberse llevado a cabo obras de restauración. Han sido examinados hueso a hueso, hasta cuarenta y un individuos desde el punto de vista antropométrico y paleopatológico, extrayendo muestras para ulteriores análisis de laboratorio.
Las tumbas de Ambel corresponden a la última fase del uso de la nave y capillas de la iglesia como lugares de enterramiento. Es decir, desde finales del siglo XVIII hasta 1812 que es cuando se documenta el último enterramiento. Si bien el origen del edificio se remonta al primer tercio del siglo XIV y constituye una magnífica muestra del Mudéjar clásico.
El principal objetivo del estudio era el análisis una población rural del interior de España dentro de un proyecto más amplio que les ha llevado desde el Museo de Zaragoza hasta Bulgaria. Ahora queda la tarea de cotejar las tumbas estudiadas con los registros parroquiales para intentar proporcionar una identidad personal a cada uno de los enterrados.
Las principales conclusiones que nos han adelantado al terminar su trabajo es que se trata de una población en lo general de baja estatura y no muy robusta, con algunas deficiencias nutritivas, un caso malaria, enfermedades de la glándula tiroidea, sinusitis. Hay muchas evidencias de enfermedades buco-dentales, algunas malformaciones y degeneraciones articulares, varias fracturas y signos, en ciertos individuos, de duros y continuados trabajos físicos
Esperamos ver publicados pronto los resultados completos de la investigación de estos estudiosos que han compartido con nosotros unos intensos e interesantes días de trabajo en el Museo.