El museo ha restaurado la tabla renacentista de gran formato que representa la Epifanía y se muestra imponente en la sala dedicada al segundo renacimiento. La intervención ha sido realizada por Pedro Perales. De esta actuación cabe destacar que se han cerrado las uniones entre las más de seis tablas que componen la obra, también se ha asentado la policromía y se han hecho pequeñas reintegraciones. Destaca la importante labor de limpieza que ha eliminado el barniz oscurecido por el paso del tiempo, la suciedad superficial y ha sacado a la luz aspectos muy interesantes de la obra. Gracias a este minucioso trabajo, formado por dos limpiezas para eliminar dos aplicaciones de productos diferentes, se han descubierto cuestiones tan curiosas como las huellas del pintor en las hojas de los árboles que demuestran que ha utilizado los dedos para pintarlas.

Esta obra de gran formato es la pintura sobre tabla más grande del museo. Se realizó para la capilla del enterramiento del pintor en la iglesia del convento de Santo Domingo de Zaragoza. Determinados detalles de factura llevan a pensar en la participación del taller, sin embargo, nos encontramos ante una de las máximas expresiones artísticas del renacimiento en Aragón que destaca por su carácter imponente y su buen estado de conservación. Es una obra cargada de sutileza en los detalles frente a la magnífica monumentalidad de las figuras que aparecen en primer plano.