Pinturas de pinturas, eficaces recursos museográficos de otra época

Enlazamos con la “novedad” de hace dos semanas acerca del centenario del descubrimiento de las pinturas rupestres de Val del Charco del Agua Amarga y presentamos hoy las pinturas al óleo que realizó el artista aragonés Alejandro Cañada, como recurso expográfico para el Museo de Zaragoza tras la Guerra Civil.

Prado del Navazo

Desde que José Galiay llegara a la dirección de este museo (1934-1952) se apercibió de la necesidad que había de acometer una profunda renovación del mismo, tanto de las instalaciones como, sobre todo, de la parte expositiva y planteó un plan museográfico que se fue implantando poco a poco, según las disponibilidades presupuestarias. En 1939-40 realizó la renovación de la sala Prehistoria dotándola de un esquema cronológico que articulaba el discurso expositivo con lógica, seleccionando las piezas arqueológicas de más significado y restaurándolas. Galiay completó su proyecto con la inclusión, por primera vez, de apoyos gráficos como un enorme mapa de Aragón con los yacimientos de los que procedían los materiales expuestos. En este programa se incluyeron seis grandes óleos donde se representaban una selección de las pinturas rupestres levantinas aragonesas, de difícil visualización en aquella época. Los lienzos fueron encargados por Galiay al artista Alejandro Cañada que desde entonces, y hasta 1945, aparece relacionado con el Museo de Zaragoza como restaurador, asunto del que nos ocuparemos en otro momento.

Calapatá

Alejandro Cañada Valle, nació en Oliete (Teruel) en 1908 y murió en Zaragoza en 1999. Fue pintor, grabador y profesor. Desde su academia impartió conocimiento a cientos de alumnos, algunos de los cuales han llegado a ser reputados artistas. Formado en la Escuela Superior de Pintura y Grabado de Madrid, de donde fue profesor de perspectiva. Tras la guerra civil se instala en Zaragoza y entra en relación con este museo. En 1946 organiza su afamado estudio que regirá hasta su fallecimiento. Fue académico de número de la Real Academia de San Luis desde 1964.

Transcribimos aquí lo que José Galiay informa al respecto al Patronato del Museo de Zaragoza en la sesión de 26 de enero de 1941:

“…y entonces se pensó colocar en la parte alta de los muros, a modo de friso, reproducciones de las típicas pinturas rupestres aragonesas, para que a la vez que decoraban la sala sirviesen de enseñanza, ya que son tan poco conocidas por las dificultades que hay para llegar a los puntos donde se conservan.

Los seis lienzos donde se representan a gran escala los mejores y más representativos grupos de pinturas rupestres aragonesas han sido pintados por el artista Sr. Cañada, quien ha vertido en ellos justamente, todo el realismo y gracia de estas singulares obras de los hombres de remotísimos tiempos”.

Val del Charco del Agua Amarga 1

Como queda dicho, son seis lienzos de grandes dimensiones en los que Cañada, a partir de los calcos que  Juan Cabré y Hènri Breuil publicaran, recrea otros tantos grupos de arte rupestre levantino. Uno de Albarracín, el famoso abrigo del Prado el Navazo con sus toros blancos, otro de los ciervos del Barranco de Calapatá en Cretas y los cuatro mayores están dedicados a diferentes escenas de Val del Charco del Agua Amarga, en los que se comete el desliz de adjudicarlos al municipio de Valdealgorfa, cuando en realidad están en Alcañiz. A partir de los calcos y descripciones publicadas, Cañada hace una interpretación bastante fiel de formas, colores y texturas con un resultado muy ilustrativo y bello, de gran efecto decorativo que acercó al visitante del Museo de Zaragoza a aquellas primeras manifestaciones artísticas de la Prehistoria aragonesa. Todas las piezas están firmadas con A. CAÑADA y poseen una escala numérica. Fueron retiradas de las salas en la remodelación de 1975 y desde entonces se pueden ver como decoración en un lugar destacado de la zona de servicios, junto a la biblioteca del museo.

Val del Charco del Agua Amarga 2

En definitiva, un recurso museográfico de gran calidad debido a la mano de uno de los más destacados pintores aragoneses del siglo XX que estuvo vinculado estrechamente al Museo de Zaragoza durante un lustro, en los difíciles años de postguerra.

Val del Charco del Agua Amarga 3
Val del Charco del Agua Amarga 4

 

 

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