Se restaura el sepulcro de don Pedro Fernández de Híjar

El museo está inmerso en varias intervenciones de restauración que se están llevando a cabo estos meses, gracias al presupuesto que el Gobierno de Aragón ha destinado para las colecciones de sus museos. La actuación más reciente se centra en el sepulcro gótico del abad de Rueda, fechado a principios del siglo XV, que ha devuelto su esplendor original a la obra.

Sobre la historia del sepulcro, cabe destacar que entró a formar parte de las colecciones del museo en 1915, fruto de una donación de doña Enriqueta Durán. Desde entonces, ha estado expuesto en las salas, si bien se echaba en falta el protagonismo que merece.

Detalle del sepulcro del abad de Rueda. Foto: Eduardo González. Museo de Zaragoza.

En la actuación actual se ha podido confirmar una intervención antigua de restauración, de la que no hay constancia documental, pero en la que se utilizarían productos que todavía pueden apreciarse y se le añadirían estucos.

Los tres restauradores que han trabajado durante estas semanas en el sepulcro, Elena Naval, Pilar Camón y José Antonio Rodríguez, han realizado una labor fundamental de limpieza de la capa superficial, consolidación del soporte de piedra y reintegración de elementos ausentes. La limpieza ha sido clave en esta intervención, puesto que los productos utilizados en el pasado habían oscurecido la obra y distorsionaban su aspecto. La eliminación de los añadidos, siguiendo los criterios actuales de conservación-restauración, pone en valor la obra original, recuperando la policromía original y todo su esplendor.

Proceso de restauración del sepulcro de don Pedro Fdez. de Híjar. Foto: Eduardo González. Museo de Zaragoza.

La obra formará parte de la sala de gótico, pendiente de reapertura, y se expondrá a 30 centímetros de altura sobre el nivel del suelo. Esta nueva ubicación permitirá que pueda verse la tapa con la escultura yacente del abad en alabastro, así como el lateral con los escudos de armas y las figuritas en relieve de ángeles, profetas y monjes en diversas tareas. Con todo ello, el sepulcro del abad se mostrará al público con toda la importancia que merece.

MdZ

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