Un retrato fotográfico de Agustín Peiró en el Museo de Zaragoza

Se nota que en esta temporada estamos dando un empujón a la catalogación e inclusión en el sistema DOMUS del fondo histórico de fotografía del Museo de Zaragoza, gracias al tenaz trabajo de Elena de Frutos y Candi González, dos alumnas del Grado de Historia del Arte que están realizando las prácticas en nuestro centro.

Uno de los últimos hallazgos ha sido una fotografía que nos muestra un retrato de busto de un caballero de mediana edad, frente despejada, anteojos de pinza, frondoso mostacho. Viste chaqueta, chaleco, corbata con alfiler y cuello duro. Del chaleco arranca una leontina.

Retrato de Agustín Peiró. Anverso

La fotografía está hecha con la técnica del

colodión húmedo y pegada sobre una gruesa cartulina de color hueso, que en su parte inferior lleva el nombre y las señas del fotógrafo que la realizó ALVIACH. MADRID. Puerta de Sol 14, en letras doradas. En el reverso se repite el fotógrafo y esta vez se le añade la inicial del nombre M, por lo que sabemos que se trata de Manuel Albiach, uno de lo más prestigiosos retratista madrileños que estuvo activo entre 1873 hasta 1931. También aparecen impresas las numerosas medallas que recibió, la más reciente está fechada en 1878, por lo tanto sabemos que la instantánea se tomó después de ese año. Las dimensiones totales de la pieza son 162×109 mm.

Reverso de la fotografía

El verdadero interés está en la anotación manuscrita en el reverso: El Sr. D. Agustín Peiro. Escritor, pintor y notable acuarelista aragonés. Estas letras nos identifican la efigie con la de un polifacético artista zaragozano de la segunda mitad del siglo XIX.

Para glosar la personalidad creativa de Agustín Peiró Sevil (Zaragoza 1832-id.1890) seguimos al profesor Manuel García Guatas quien ha estudiado a la generación de pintores zaragozanos en la que se incluye nuestro retratado. Aparece inscrito por primera vez en la Escuela de Bellas Artes, que por aquel entonces compartía sede con el Museo de Zaragoza en el convento de la Santa Fe, en el curso 1851-52 junto a Marcelino Unceta, Alejo Pescador y Ramón Romea. Sólo acude a las clases hasta febrero “por falta de vista y ocupaciones”. Esas ocupaciones eran el trabajo en el Diario de Zaragoza, propiedad de su padre. Este lo envió a Burdeos para estudiar técnica de litografía y en 1852 a Madrid a aprender pintura de escenografías teatrales. De alguna forma Peiró fue protector de Pradilla, puesto que desde su cargo de concejal de Zaragoza propuso al entonces novel pintor para ejecutar los magníficos retratos de Alfonso I y Alfonso V de Aragón, a iniciativa del Ayuntamiento.

Como artista plástico su obra es escasa y variopinta, destaca en la acuarela. En el Museo de Zaragoza conservamos una litografía coloreada titulada “Paso del canal sobre el río Huerva. Zaragoza” (45×32,5 cm), perteneciente al “Albúm del Duende”. Fue académico de San Luis.

Litografia de Peiró (Fot. Elisa Santos)

Pero la faceta más activa de Agustín Peiró fue la literaria y periodística, además de en el Diario de Zaragoza, colaboró en numerosas revistas y periódicos y fundó algunos. Cultivó el cuento aragonés, el teatro y la crónica costumbrista con un estilo desenfadado y satírico bajo variados seudónimos, el más célebre fue “Antón Pitaco”. Tras su fallecimiento sus escritos fueron recopilados en un volumen titulado Folletines y Cuentos (1891).

Hasta ahora solo se conocía un frío retrato póstumo, al óleo, que pintó José Gonzálvez en 1891 y que se conserva en la colección de la Diputación Provincial de Zaragoza, donde llegó procedente del Casino de Zaragoza del que Peiró fue presidente.

Estamos ante una nueva e insólita aportación que el Museo de Zaragoza hace a la cultura aragonesa a través de sus fondos museísticos que hacen de él una suerte de museo general de Aragón.

MdZ

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