De entre todas las donaciones, hay que destacar la excelente y cuantiosa donación acometida por Víctor Pasamar Gracia, propietario de la prestigiosa Colección Pasamar-Onila, formada principalmente por obra gráfica japonesa.
Víctor Pasamar Gracia es un destacado coleccionista zaragozano que colabora activa y desinteresadamente con el Museo de Zaragoza desde el año 2018. Estamos ante una colección particular centrada en el arte de la xilografía japonesa mokuhanga, en sus diferentes escuelas o etapas: ukiyo-e, shin-hanga y sosaku hanga.
Esta donación fue un generoso acto motivado, en palabras del propio coleccionista, “por el amor a una tierra, a un museo que es como mi casa y a la más bella persona que he conocido nunca, el Sr. Onila”.
Esta es su declaración de amor a través de 276 obras, casi todas ellas estampas, pero también libros ilustrados y pintura a la tinta de épocas muy variadas -desde el siglo XVIII al XXI-, creadas por una amplia nómina de artistas.
La colección está especializada en el género de “mujeres bellas” o bijin-ga, aunque también presenta otras temáticas, como el género del paisaje, el género shunga (literalmente, “imágenes de primavera”, eufemismo con el que se referían al arte erótico) o el musha-e (escenas de guerra).
Entre los autores que forman parte de su colección se encuentran nombres tan relevantes de la historia del arte japonés como Katsushika Hokusai, Kitagawa Utamaro y sus retratos de mujeres, el maestro paisajista Utagawa Hiroshige, el prolífico Utagawa Kunisada, Tsukioka Yoshitoshi, uno de los últimos grandes maestros del grabado tradicional ukiyo-e, o Uemura Shoen, primera mujer japonesa que alcanzó fama y reconocimiento como artista.
Debemos señalar que esta colección presenta una importante nómina de artistas mujeres japonesas, entre las que destacan artistas como Katsushika Ôi, Toyohara Chikayoshi, Mizuno Hidekata, Ikeda Shōen, Shima Seien o Kitani Chigusa. Este hecho no sólo permite incrementar el número de artistas femeninas del museo, sino que lo convierte en la institución pública europea más destacada en este sentido.
Una de las motivaciones de la Colección Pasamar-Onila es acercar a la ciudadanía el arte y la cultura, entendiendo éstas como motores de cambio social y generadores de conciencia crítica manifestando activamente su compromiso en el reconocimiento de las relaciones no heteronormativas. La colección pretende abrir espacios para el diálogo, la reflexión y la diversidad, por lo que se priorizarán las lecturas que se hagan de la misma en clave de género, social y desde una perspectiva queer.
De la Colección Pasamar-Onila, el museo sigue recibiendo numerosos depósitos en la actualidad.