Las fiestas navideñas llegan a su fin con la última de nuestras celebraciones, esa tradición tan española que hace que estos días festivos se prolonguen algo más que en otros países: el día de Reyes.

En el museo conservamos varias obras que representan la Epifanía o adoración de los Reyes Magos pero, en esta ocasión, vamos a centrarnos en el relieve renacentista realizado por Damián Forment (ca. 1517-1519). Se trata de un precioso relieve de alabastro de excelente calidad. En la escena aparece la Virgen con el Niño en brazos y un rey arrodillado ante ellos. En segundo plano, vemos otro rey con turbante y, detrás de la Virgen, de pie, San José. Al fondo se aprecian un buey y un jinete al galope.  La escena está incompleta, pero se caracteriza por su afán naturalista visible en las fisonomías, actitudes e indumentaria de los personajes. Repite los modelos compositivos que utilizó el autor en el retablo del Pilar y en la capilla del Sacramento de la catedral de Huesca.

Damián Forment es de origen valenciano, pero es uno de los grandes representantes de la escultura aragonesa del renacimiento por su trabajo continuado en Aragón. Son obra de su mano el retablo mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza y el de la catedral de Huesca. También realizó numerosas obras que se han perdido y de las que se conservan fragmentos como éste que citamos.

Este relieve pertenece a la colección estable del museo y procede del monasterio de Santa Engracia. Forma parte de la exposición permanente de la institución y puede verse en las salas dedicadas al renacimiento, que se reorganizaron y reabrieron el pasado mes de abril. Se trata de una visita imprescindible que recomendamos realizar una vez volvamos a abrir el museo al público después de este cierre temporal por obras.

Podéis ampliar la información y ver más imágenes sobre el montaje de las salas de renacimiento en la entrada que le dedicamos a su reapertura (ver aquí).

MdZ